La vi girar la esquina
Y corrí a ver sus curvas alejándose sin fin.
La vi volver arrepentida
y no me reí, vi sus ojos caer; no era feliz.
La vi también en mis sueños
y me dijo cosas mucho más bonitas
pero entonces desperté de ellos,
y nunca estuvo allí, ni perdida
ni lejos de mi.