Hay una huella en mi escritorio,
De una copa de cristal que derretía su frescura
Hay mucho odio,
Tras lo que dejaste que se quedara en amargura.
Hay una marca en mi portal
Para que recordemos que es nuestro
Que no hay dormitorio capaz,
Capaz de dar más pasión al momento.
Hay una huella en mi cama,
En forma de cuerpo femenino
Que me recuerda a tus caderas,
Tu vestido y a nuestras mañanas.
Tengo marcas en mi espalda,
Que recuerdan la poca censura
de nuestras noches de locura.
Y la extensión de tus uñas largas.
Hay señales que me llevan hasta tus entrañas
Hay migas de pan que me guían a tus miradas
Luces de neón que indican donde la bomba estallará.
Pero no hay nada parecido a la huella que deja tu sonrisa…
cuando me amas sin importar a donde nos llevará.