CÓMO SER POETA SIN MORIR

Uno no sabe si es poeta,

aunque te miro en la cama,

y en mi cabeza solo hay letras…

No me cortes las alas,

ayúdame a coser canciones que nos unan.

A extender pasajes de vuelos directos

entre tus miradas y la luna.

No me hables con palabras,

grítame con tus caricias,

y como dos artistas

salgamos a escena en calma.

Inspírame, hazme poeta.

hazme poeta de una sola dama,

de canciones de cuna con alma,

de navidades sin sonrisas falsas.

Hazme poeta de muchas mañanas,

conquístame con la sonrisa que se te escapa

con tus desayunos a carcajadas

con nuestras peleas de almohadas.

Hazme dueño de mis deseos

de mis sentidos más escondidos

aráñame la espalda sin permiso

y susúrrame al oído lo que te genero.

Muérdeme la oreja con sigilo,

no quiero perder el tiempo

ni que perdamos el hilo

Quiero estar aquí, perpetuado en el momento.

Como dos estatuas unidas por cemento,

sabanas sucias y una persiana de entreluz

Pensando que tras este gris no hay cielo más azúl.

que el nuestro, el que nos hace de techo a tanto sentimiento.

Hazme viajar a mil rincones del mundo,

 hacernos fotos alocados, abrazados en cualquier lado

o improvisando un nuevo rumbo

Trazemos una linea discontinua entre nuestras casas,

que vernos sea siempre la culminación de ansiarnos.

Que en este aroma de té sobren las tazas.

Que tu me desnudas si me abrazas,

que tu me comprendes sin nada,

me amas con ganas

y me olvidas, solo cuando ya no te soportas.

Ya no te soportas inspirándome cada día,

escribiéndote mientras estás dormida en mi mesita,

mirándote cada mañana con nueva pasión renacida

con eternas ganas de comerte el cuello como de sentir tu saliva.

Por eso, quiero que me inspires,

que me hagas poetas y me hagas escribir libros

que recite por cada distrito y me llamen el poeta distinto.

El poeta que se deja inspirar por una mujer hecha poesía

por una poesía que se hace con el sudor de tus sonrisas.

Por un poeta que no necesita bienvenidas,

sino que necesita que tu también seas distinta.

Sin tonterías, ni prejuicios, ni rutinas, ni desquicio

ni siquiera que intentes ser perfecta.

Para que me inspires y me hagas ser un gran poeta.