Tengo una espina clavada

Tengo una espina clavada… y me duele.

No por el veneno que contiene, sino por otro ingrediente.

Mucho más penetrante, más doloroso y odioso:…

Me clavé el amor en el pecho y no se como curarme.

Y no se como curarme porque no se lo que me duele.

Si que me mintieras o que yo me fuera sin pedirte explicaciones.

Si que nunca tuviera detalles o que siempre los tuviera y analizara tus reacciones

Pese a que tu corazón para mis disculpas no tenga micrófono,

Tengo ganas de convertirme en el estetoscopio que toque tu pulso

Y oír como de nuevo tus latidos se aceleran si te toco.

Pero en este recuerdo no cabe el gozo.

Encierro en un pozo todo aquello que huele a ti, que me recuerda a ti, que se parece a ti…

Y me siento poderoso.

Me siento poderoso porque rompo tus fotos, porque estrangulo mis errores, porque vuelvo al pasado y te grito todo lo que no pude decirte, todo lo que pude hacerme de ilusiones y las rompo. Las rompo porque sobran explicaciones, porque no hay nada mejor que echarle cojones; que las últimas palabras que te dije fueran feas, como principios feos, como finales abiertos, como segundas partes, como cuando muere el héroe. Creo que lloro porque esto no acaba como en holliwood y quizá yo si me imaginé como viviríamos. Y te sigo recordándo porque mi ego no me permite aceptar el rechazo..

Y ahora que lo he dicho en alto, parece que no es para tanto.

Recojo este destrozo y me avergüenzo de mi mismo. Me avergüenzo de nosotros. Quizá nos cruzamos en el camino y quererte me enseñó a hacerme fuerte. Como también me enseñó a no creerme a nadie. A que hablando la gente se miente y también que los futuros no son reales si no confías en quien tienes.

Viéndolo así, esta espina no es mía.

Esta espina es la idea equivocada que me hice de nosotros. Y por eso desaparece.

Porque igual que el mundo sigue y de lo que se vive se aprende…

Cualquier espina siempre será perecedera a su esencia entre las flores.