Mírame con el pecado con el que observas el chocolate blanco.
No me llores como en un programa de televisión sobrevalorado.
Grítame si se nos olvida respetarnos,
pero
Sobretodo
Bésame, como si no existieran reglas ni amores para compararnos.
Mírame con el pecado con el que observas el chocolate blanco.
No me llores como en un programa de televisión sobrevalorado.
Grítame si se nos olvida respetarnos,
pero
Sobretodo
Bésame, como si no existieran reglas ni amores para compararnos.