Y sobre el papel en el que hago lineas en forma de letras también hay un vendaval.
Sobre mi calma, hay curvas, hipotenusas que se hacen musas en mi cama.
Y tú narrando sin final.
Y yo sintiéndome huracán enmanillado entre tu carne y mi inocencia,
ellos, mirándonos con recelo bajo este anden en el que esperan.
y Tú, otra vez
me miras sin paciencia.
Como si yo pudiera ser, el huracán que acabara con tus guerras.