Como flor no encontró su lugar,
perdido y destilado de esperanzas,
buscó un sitio donde descansar.
Estuvo entre esa linea que separa la realidad
de los poemas.
No quiso ni supo estar a la altura
de semejante aventura
de ser rey sin tierra.
No esperaba ser el único entre otros,
tampoco el único en morir.
Y así fue como decidió
arrancarse de su cuerpo el pétalo
que le hacía no ser feliz.
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