Tampoco es que cierre los ojos ante un atardecer,
tampoco es que yo sea piedra precipitada en cada curva del pecado.
Es evidente que no soy tu super hombre, pues ni tan solo llego a burlar mi propio límite como terrestre;
pues no se volar.
Pero si dibujara una linea oscilante entre verdades y mentiras, quizá llegues a valorar una ínfima parte,
de lo que es sangrar en pleno vuelo, sin desplegar alas.
Sin pensar en caer, sin pensar en nada.
Solo pretendo que tu incentibes mis ganas de saltar,
y yo sueñe con que me coges al intentar volar.
Muy bonito y evocativo poema.
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gracias! un placer!!
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