Sabes que vuelvo.
Como pájaro no dejaré huella,
pero sabes que vuelvo.
Que no dejaré miedo irascible tras la niebla.
Porque sabes que quiero.
Tanto que hago piruetas en cada tormenta.
Y sé que vuelvo.
Como trozos en el viento que se levantan de la tierra destrozada.
Como encontrando el norte cerrando los ojos y emigrando al sur durante largos lustros,
Como salvándote de disparos detrás de arbustos,
yo volveré para ponerme delante de mil balas.
Sin vacilar ni un segundo, ni un momento.
Sin mirar si hay enemigos.
Porque yo sencillamente…
me siento desplazado y dirigido
inconscientemente:
hacia tu cuerpo, hacia tu nido.