No existe el feminismo para dummies. Porque muchos se atreven a decir, a opinar. Pero la auténtica valentía es admitir que el feminismo escapa de cualquier simplificación; es historia, es injusticia, es realidad, es actualidad, es revelación, es futuro.
Es cambio. Cambio que no necesita que unxs quieran y que otrxs no.
Este no trata de ser un texto con una verdad revelada, ni tampoco un texto del que puedas capturar lo que te interesa para rebatirlo, para descalificar. Esto es solo pensamientos publicados.
En un momento en el que en España se habla del pin parental como respuesta a las charlas sobre feminismo en las aulas; hay mucho que decir. El discurso totalitario pretende regalarnos la simplificación del pensamiento binario. Una sola orden, un solo pensamiento, una sola raza, una sola idea, una sola idea de amar. El pensamiento de derechas no niega que las mujeres sean maltratadas, pero no pueden apoyar la idea de que puede ser consecuencia de un sistema que concibe el amor con una acción posesiva. Un sistema en el que el embudo es subjetivo y encima se proclama y manifiesta en muchos ámbitos. No puede. Porque de ser así debería bajar sus brazos derechos y ponerse del lado opuesto.
He oído por allí: ninguna revolución puede ser politizada. Cuando los partidos proclamados como de izquierdas ponen en sus fotos de perfil en twitter un puño arriba de color lila y publican: Feliz día de la mujer trabajadora. La institución no orquestará una revolución de abajo a arriba. Evidentemente. Es por ello que cabe reconsiderar la idea de acciones politizadas o de institucionalizadas, y preguntarnos: ¿qué ocurre cuando una causa social se convierte en bandera de los partidos?
La dogmatización de un discurso, simplifica una idea y la convierte en posible pensamiento binario. Es decir, parece que el feminismo es una cosa monolítica que no puede ser polivalente o abstracta, sino una cosa u otra. Y precisamente lo que no es, lo acogerán aquellos partidos que quieren sorprendernos con ideas como: encerrar a todos los violadores de por vida.
¿Cómo llega la idea de que este supuesto «contrafeminismo» consiste en encarcelar a susodichos violadores más tiempo? El miedo. La (in)seguridad ciudadana o su promesa, es un arma política que ya Bauman definía como la gran panacea para el pueblo. Es mucho más fácil no plantear nuevas incógnitas, nuevas ideas, nuevos paradigmas con una contraposición ideológica, sino decirnos directamente: el feminismo no es valido porque no encierra de por vida a los violadores. ¿Entendéis el sin sentido de dicha afirmación desglosada?
Cuando escuches que algo es así y solo así: cuestiónalo. Cuando creas que un concepto altamente complejo, abstracto, histórico y social, se puede simplificar en estar de acuerdo o desacuerdo: lee. Pero no leas periódicos, no leas titulares, no leas discursos: lee. Lee autorxs y pensadorxs que se han cuestionado todo esto desde hace décadas y que se replantean todavía la hermenéutica de los conceptos del feminismo;
Y no, esto no te dará una lista de autoras referentes al respecto. Indaga. Déjate embriagar. Descubre. Curiosea. No hay bibliografía para el pensamiento crítico.